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La Haine/El odio



¿Qué es lo que hace que mi vida sea cómo es. Qué es lo que hace que yo sea quién soy y no otra persona. Qué es lo que me determina y significa como individuo y persona humana diferente de ti que estás leyendo esto ahora mismo. Por qué tú y yo no somos iguales. Quién eres tú  y por qué no eres yo? Nuestra vida queda definida por nuestra circunstancia, dónde nacemos, quién nos cría y quién nos educa. Qué sistema educativo nos toca padecer. Qué políticas son las que imperan y que movimientos sociales son los que las contrarrestan. Hace muy poco tiempo yo dependería de un hombre para hacer casi cualquier cosa. Hoy no. Y no gracias a dios. Sino gracias a la circunstancia y al levantamiento de las mentes. Poco a poco se ganan batallas y se avanza lento por el campo inhóspito y escarpado. No es fácil. Pero hay algo que no cambia. Hay algo que demográfica y geográficamente sigue siendo así y existiendo. Lo que en mi primer sistema educativo, la EGB, vinimos a llamar las diferencias norte-sur. Y esto, sin ser yo una demógrafa, es así. Tanto a nivel local como nacional como supranacional como mundial. Y porque no conocemos a los buenos habitantes del planeta situado más al norte de la galaxia, pero seguro que interplanetariamente también sucede. No quisiera yo enrocarme en asuntos sociológicos pero cuando el anuncio de la Barbie nos dice que 'tú puedes ser lo que quieras ser', parece que han sacado el slogan de un libro barato de autoayuda escrito por el becario del nieto de Paulo Coelho (con todos mis respetos a los becarios que sois geniales). Podemos ser lo que queramos ser siempre que las circunstancias sean propicias. El mundo es un gran y enorme Titan que nos engulle sin piedad. El capitalismo deshumanizado, el olvido, la indiferencia, y el sueño que la rubita nos incita a creer hace que estas sociedades no se preocupen a nivel político por los que están al sur. Por los que por su circunstancia no pueden ser más que aquello que ese entorno les ofrece. Odiadores y odiados. Esta es una película de 1995. Francesa.  Dirigida por un actor, guionista, director y productor, hijo de un director y una montadora. Podía ser lo que hubiera querido, pero ha sido lo que su entorno le ha ofrecido. Los hijos de cantantes, cantan. Los hijos de actores, actúan. Los hijos de pintores...no conozco a ningún hijo de pintor. Sea como fuere los hijos de los tertulianos de la telebasura son los que siguen alimentado la basura de la tv. Y al final se siguen creando sagas y estirpes y seguimos en el siglo X. Viendo La Haine (porque este año he estado haciendo porras festivaleras y como se ve que soy afortunada en el amor pues el juego me va de aquella manera, he perdido las tres porras: los globos de oro-luces de la ciudad; los goya-Deseando amar  y los Oscar-la haine, ¡y tan feliz de haberlas perdido porque en su amabilidad infinita mi contrincante ha optado por pelis muy interesantes y no me ha castigado con ningún Lynch!), decía que viendo El Odio se me han venido dos películas en enormes de este año. Dos que han sido de lo más premiado en lo largo y ancho de las alfombras rojas y que son enormes y esenciales para mi:Parásitos y, sobretodo, Joker. El lugar de  tu nacimiento determina las oportunidades que te da la vida y la sociedad ya hayas nacido en Gotham (un trasunto de Nueva York) o en Seúl. Podrás intentarlo todo. Podrás salir de la cloaca. Podrás bañarte en Channel N°5 pero siempre tendrás ese hedor que te delatará, siempre escupirás las palabras, los polis siempre irán a por ti y siempre odiarás a todo el mundo. Porque si es tu amigo no vas a cobrar por matarlo. A él lo matas gratis. Es una visión muy pesimista de la sociedad tanto actual como pasada como futura. Pienso ahora mismo en una de mis películas de referencia. En una de esas películas que es jodidamente buena, Requiem for a Dream. Y estamos ante la misma coyuntura. 
La película, La Haine, empieza y acaba con una metáfora, una metáfora que ya va a circundar mi vida y articular mi pensamiento futuro

“Un tipo se tira por la ventana desde un piso cincuenta. Mientras va cayendo piensa: de momento, todo va bien, de momento, todo va bien… Lo importante no es cuánto tiempo estás cayendo, sino cómo aterrizas.”

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